viernes, 24 de junio de 2011

NUEVAS FUNCIONES DEL PROFESOR

Un tema muy interesante que comparto con ustedes, que nos permite reflexionar sobre nuestros rol como docentes, el uso adecuado de las TIC en el proceso de enseñanza-aprendizaje de nuestros alumnos .


Las TIC están obligando a que el aprendizaje sea concebido como un proceso continuo, y ello está cambiando el concepto de enseñanza, derivándose varias consecuencias, de las cuales resaltamos las siguientes.


La enseñanza de las materias en los centros educativos se tiene que aproximar al mundo laboral y ello debe obligar a que los contenidos sean más prácticos e interrelacionados, primando, por un lado, el conocimiento y, por otro, la creatividad frente a la información.

De igual modo, el trabajo en grupo, la duda metódica, el conocimiento y manejo de las redes de información, el trabajo cooperativo y los valores relacionados con el civismo y la tolerancia, deben adquirir mayor relevancia, perdiendo espacio la producción mecánica de conceptos (Torre-Marín, 2000).

Respecto a los materiales basados en información impresa, como libros y diccionarios, se deberían ir sustituyendo por CD-R, DVD y pizarras digitales. Esto exige preparar los centros educativos para que se puedan presentar imágenes animadas, con la ayuda adecuada de la instalación de cañones proyectores, para posibilitar el análisis de contenido de diapositivas, vídeos y producir o acceder a videoconferencias, remitiendo así al alumno a situaciones virtuales que mejoren las limitaciones de las actuales disertaciones y esquemas estáticos de las ilustraciones de los libros de texto (Quintana, 2000).

Las condiciones, casi ilimitadas, de acceder a todo tipo de información deberían llevar parejos sistemas de entrenamiento en su selección y contraste; ello permitiría la educación paralela en trabajos de comprensión, análisis y comentario de textos de toda índole, el entrenamiento en el trabajo de equipo, métodos de investigación, ejercitación de coloquios, debates y discurso dialéctico, para reequilibrar la fuerza de las imágenes frente a la argumentación razonada, lógica y coherente de la palabra, volviendo así a reimplantar la indagación dialógica (Girbert, 2006).

El profesor debería cambiar sus roles frente a un alumnado que va a requerir perfiles muy diferentes a los actuales. En este sentido, hemos de considerar al formador como: programador, transmisor, mediador y motivador (Tejada, 1999).

Como “programador”, deberá ser director y coordinador de procesos de aprendizaje con medios interactivos, procurando que cada participante tenga claro cómo organizar su trabajo y los objetivos que debe conseguir en el mismo.

El formador deberá actuar como “transmisor” de información e impulsor de la ejercitación de conocimientos, procedimientos y actitudes.

El papel del profesorado no debería tener por objeto ser un banco del saber, sino, en todo caso, un representante del mismo, que informa sobre su localización y uso más adecuado.

Representaría dar mayor protagonismo al profesorado como conductor del conocimiento, dentro de un nuevo contexto mediático, donde actuaría más como provocador del aprendizaje, en el sentido de potenciar habilidades cognitivas que favorezcan el enseñar a pensar, analizar textos, buscar las redes de la información en los aspectos que le interesen, sintetizarla, interpretarla e integrarla con el conocimiento de múltiples fuentes y culturas y ponerlos en práctica.

El profesor, como “mediador” del auto aprendizaje, deberá posibilitar los medios que sirvan para interaccionar con las TIC, haciendo sentir al alumnado como el artífice y mediador de su propio aprendizaje, con una información que, al tener la posibilidad de obtenerla de fuentes muy dispares, le permita acrisolarla y formarse una opinión crítica y personal de la misma.

Para los alumnos, cada día tiene mayor valor y eficacia pedagógica el “cómo se le enseña” que los contenidos que vienen establecidos en el diseño curricular y, por tanto, todo ello obliga a un replanteamiento innovador en lo tocante a estrategias metodológico didácticas y los nuevos canales que con ellas deberemos usar desde las TIC.

Sabemos, como hemos apuntado anteriormente, que un saber integrado y globalizador requiere de unos centros educativos donde la enseñanza tenga lugar fuera de la escuela, desde el protagonismo y el peso de la influencia de la prensa, revistas, películas, televisión, radio, video-juegos, viajes y los espectáculos teatrales y musicales, aspectos que quedan desdibujados en nuestras leyes educativas.

Profesor como “motivador” y como lazo de conexión entre los objetivos a alcanzar y el participante. Los ordenadores son instrumentos que permiten comunicarnos y por ello debemos ponerlos en manos de profesores y alumnos. No son instrumentos didácticos, son instrumentos de comunicación que podemos utilizar con finalidades instructivas, que ayudan a aprender, utilizan contenidos multimedia y están conectados a otros ordenadores en todo el mundo. Los saberes estables de antaño han dejado paso a la necesidad de aprender permanentemente; el aprender, producir y transmitir conocimiento no es ya asunto exclusivo de una casta de especialistas, sino del conjunto de las personas (Levis, 1998).

Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653) • 4 •Las Tecnologías de la Información y Comunicación en la formación del profesorado

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