jueves, 29 de abril de 2010

CONVIVENCIA Y DISCIPLINA EN LA ESCUELA: EL APRENDIZAJE DE LA DEMOCRACIA



Estimados colegas, les envió un tema muy interesante del autor Edistio Camere, que nos hará reflexionar sobre nuestro rol como educadores y como enfrentar nuestros problemas día a día en nuestra Institución Educativa y no esperar que alguien de afuera venga a solucionarlos como manifiesta el autor.

“La violencia que se ejerce sobre los niños es devuelta a la sociedad… Un niño castigado y humillado en nombre de la educación interioriza muy pronto el lenguaje de la violencia y la hipocresía y lo interpreta como el único medio de comunicación eficaz” (A. Miller). La sociedad sembró el árbol de la violencia y sus raíces se han expandido socavando y fracturando sus instituciones.

Como bien apuntan Torrego y Moreno “la violencia es percibida como una suerte de epidemia trasnacional que se mueve y extiende en el país cambiando por completo el paisaje de nuestros sistemas escolares y la identidad de nuestra profesión de educadores”. Más que intentar dar una definición explícita, presentan rasgos que identifican a la violencia en la sociedad posmoderna. En tal sentido, se puede afirmar que es versátil, se manifiesta de muchas maneras, refleja muchas y muy distintas tendencias y procesos de la sociedad. Aparece, brota y está en todas partes. Es fuente de poder y, por último, tiene visos de mercancía, se compra y se vende en el mercado, tanto en su calidad de fuente de poder como en su faceta de espectáculo público amplificado por los medios de comunicación.

De un modo u otro, por acción de unos y por desidia de no pocos, lo cierto es que la violencia ha infectado a uno de los órganos más sensibles y débiles de la sociedad: la escuela. Enfermos los centros educativos, ¿a dónde podrá mirar la sociedad para reencontrar el sendero de su futura cohesión social y sana convivencia, si sus nuevas generaciones, abrevan de la misma fuente del saber, la violencia?

Pero, ¿qué ocurre realmente en las escuelas? ¿Violencia escolar, comportamiento antisocial o conflictos de convivencia? La respuesta depende de la óptica profesional con que se mire. El sociólogo hablará de violencia escolar; el psicólogo de comportamiento antisocial. El profesor, de conflictos o problemas de convivencia. Los autores llaman la atención sobre una suerte de ‘inflación semántica’ que ha contribuido a que la imprecisión en el lenguaje ‘ponga en el mismo saco’ todo tipo de violencias. De esta manera los medios de comunicación, al titularizar como violencia un problema de convivencia, generan en la sociedad una visión apocalíptica de las escuelas.

Sin embargo, si se observa el día a día de las instituciones escolares es posible advertir que el tipo de violencia, que es endémico de la vida escolar, tiene que ver con la configuración de las relaciones interpersonales que allí existen. Esta violencia es parte del contexto y parte del contenido del proceso de socialización que tiene lugar en los sistemas escolares.

Torrego y Moreno proponen una categorización de los fenómenos de violencia, comportamiento antisocial, convivencia y disciplina en los centros educativos:

• Disrupción en el aula.

• Incumplimiento de normas de convivencia en el centro.

• Vandalismo.

• Agresiones físicas.

• Extorsión.

• Violencia física e intimidación.

• Ausentismo tanto del estudiante como del profesor.

• Acoso sexual.

• Fraude–corrupción.

Una de las consecuencias más devastadoras de la violencia escolar es que en los profesores aparece una crisis de identidad, tanto personal como profesional, que los lleva a perder confianza en el papel de la propia escolarización y en el suyo propio como educadores. En esta tesitura, el profesor no se asume como parte del problema y, por consiguiente, de la solución; más bien, tiende, al trasladar las causas, a esperar que las soluciones venga desde la Dirección o desde el exterior del mundo escolar.

Lo que toca a la escuela
La escuela se debate entre el desamparo y el asedio. Las manifestaciones novedosas de una temática antigua, como es la violencia, la encuentran encorsetada en sus estructuras de las que se derivan respuestas convencionales: …Segregación de los problemáticos, el problema es del alumno y solo existe un patrón socialmente aceptable del comportamiento en las escuelas, los que no se ajusten… Crear una nueva asignatura para enfrentar el problema. Formación de comisiones escolares para estudiar el asunto. O de Comisiones de disciplina cuyo efecto negativo inmediato es la judicialización de la vida escolar. Rigidez en la aplicación de las normas tiene efectos contraproducentes… El sistema hace crisis por un lado atención exclusiva a lo cognitivo y descuido de la dimensión socio-emocional y reacciona reabsorbiéndola haciendo entrar la dimensión socio-emocional en la lógica disciplinar de las áreas y asignaturas del currículo.
De otro lado, la escuela convive con el problema que la fuerza a modificar pero sin atinar el camino a seguir. Ante su indefinición, el malestar de los padres de familia, de los mismos alumnos, de los medios de comunicación y, en general, de la sociedad se incrementa. La violencia se tematiza, se inflan su magnitud y entre los dos extremos se culpan, lo que hace onerosa la posibilidad de establecer alternativas de solución concertadas y asumir compromisos proporcionales.
No obstante, la violencia escolar requiere una respuesta urgente: o la escuela espera soluciones venidas del exterior, o partiendo de una revisión que, mirando hacia adentro, la sitúe de cara a su misión educadora. La segunda opción es la tesis que se sostiene en el libro de Torrego y Moreno, que proponen para tal fin:
1.- Contar con nuevos profesionales en Secundaria. Gobernar el proceso enseñanza-aprendizaje.
2.- Nuevos sistemas de formación del profesorado. Entender y dar sentido a la nueva situación de las escuelas para compensar y luchar contra la pérdida de sentido y de identidad causada por el aumento percibido de la violencia escolar.
3.- Relación familia colegio replanteada.
4.- Mayor implicación de las administraciones locales en la vida escolar.
Estas medidas comparten al menos un rasgo: cierta devolución del poder y de la capacidad de decisión por parte del profesorado. La metodología planteada se basa en el Desarrollo Basado en la Escuela, que es un enfoque dirigido a propiciar y facilitar el cambio e innovación educativa ‘en’ y ‘desde’ los propios centros escolares.
Desde el punto de vista de la respuesta a los problemas y conflictos de convivencia, las fases sugeridas son:
1.- Creación de condiciones para poder abordar la cuestión de la convivencia.
2.- Revisión general de la situación de convivencia en el centro: La auto revisión implica organizar un auto diagnóstico sobre la situación de la convivencia del centro a partir de la reflexión sobre lo que ya se hace. Esto es, las prácticas habituales y la valoración que se hace de ellas. Con el objeto de dar sentido al punto sobre el que se va a trabajar, elaborar un lenguaje compartido acerca del tema y construir conocimiento relevante sobre la propia realidad, el contexto en que se inscribe la acción docente y las características y necesidades de las personas que en él participan, haciéndolo con recursos e instrumentos generados y decididos desde dentro de la institución escolar. Lo fundamental es que, en base a los datos obtenidos, se debata en torno a “por qué creemos que ocurre lo que está ocurriendo”. De este modo, será posible entender y comprender las diferencias de enfoque entre los distintos actores de la comunidad escolar, evidenciando que lo visible. Su objetivación permitirá a los profesores conocer mejor la realidad del centro y sobre todo compartir los problemas existentes.
3.- Búsqueda soluciones, es el paso siguiente. Sus principales objetivos son: clarificación compartida del ámbito de mejora. Su respectivo análisis. Búsqueda de soluciones. Priorización de soluciones y formación para abordar la planificación del ámbito de mejora.
4.- Planificación de la convivencia en el centro.
5.- Desarrollo y seguimiento del plan de convivencia.
6.- Evaluación y propuesta de mejora.
Estas fases se acompasan al Enfoque de ‘Respuesta Global’ que tiene como punto de partida la identificación y puesta en cuestión de las prácticas habituales de un centro en materia de convivencia y disciplina.

Propuesta de solución
Los autores han sistematizado un conjunto de diez líneas o ámbitos de solución a los problemas de convivencia que pueden servir de pauta a las escuelas que optan por el Enfoque de ‘Respuesta Global’.
1.- Obtener un conocimiento más ajustado del alumnado que permita una mejor respuesta educativa. Si bien se establece un método consistente para arribar a ese fin, no es menos cierto que el conocimiento lo adquieren desde la óptica de alumno conflictivo; alrededor de este valor general confunden la identidad de la persona del alumno.
2.- Introducir cambios en el currículo escolar, haciéndolo más inclusivo y democrático y reconstruyéndolo en torno a los valores democráticos. Poner énfasis no solo en lo filosófico y moral sino también en lo actitudinal de los valores. El sentido de los cambios debe construir una comunidad educativa en la que todos los integrantes participen de los mismos valores, formando una cultura abierta a un proceso de socialización moralmente coherente.
3.- Estimular y consolidar el funcionamiento de grupo-clase, especialmente a través de la elaboración de normas de comportamiento en el aula. Lo fundamental es transformar a los integrantes del aula en un grupo cohesionado que aleja las actitudes hostiles y los estilos comunicativos defensivos y privilegia la interacción positiva entre los pares, todo lo cual permite arribar al aprendizaje eficaz. Para resaltar el sentido de pertenencia y el trabajo cooperativo es menester elaborar las normas y definir deberes y obligaciones participativamente. Las normas tienen un sentido educativo, por tanto, explicar el por qué y el para qué ayuda a su internalización y respeto.
4.- Favorecer la colaboración de las familias con el centro educativo participando en los procesos de decisión relativos a los temas de convivencia. El sesgo de la relación con los padres de familia no contempla el ‘antes’ sino el ‘después’ de un hecho, con lo cual en la práctica no se favorece una constructiva relación, pues se mantiene la práctica tradicional de llamar a los padres cuando el hijo se porta mal.
5.- Tomar medidas que afronten la influencia del contexto social cercano al alumnado. Conocer el entorno del alumno solo es posible si existe cercanía con los docentes y con los padres de familia. Sin embargo, la colaboración de profesionales o instituciones complementarias es eficaz para casos que escapan efectivamente de la competencia de la escuela. La coordinación con entidades locales será oportuna para ofrecer alternativas al tiempo de ocio de los alumnos.
6.- Revisar y mejorar las estrategias docentes de gestión del aula: interacción verbal y no verbal, discurso docente, estilo motivacional y reacción inmediata ante la indisciplina. El aula es el eje de la vida diaria del centro. También el aula pertenece al espacio privado que el docente gestiona. De lo que allí ocurre depende en gran parte la solidez del centro. La disrupción en el aula no solo tiene consecuencias negativas para el alumno o el grupo sino también para el profesor. De cuya respuesta y de los resultados logrados frente a los actos de indisciplina, se fragua el refuerzo de su quehacer y la relación enseñanza-aprendizaje. El dominio gerencial y educativo de los elementos de la gestión en el aula es una tarea que el profesor no puede asumir por libre ni en solitario. La formación debe darle los criterios para ser creativo y prudente ante situaciones no convencionales que el alumno le plantea en el presente siglo.
7.- Desarrollar en todos los miembros de la comunidad educativa habilidades sociales de comunicación y de resolución democrática de conflictos. Aceptar y reconocer al alumno en su dimensión singular. La dedicación, la escucha no valorada, la afabilidad… de parte del docente, modela conductas, pero también es necesario que el estudiante experimente el aprendizaje de las habilidades sociales a través de situaciones cotidianas y de resolución de conflictos.
8.- Crear instrumentos y estructuras a nivel institucional del centro para promover una convivencia más racional y saludable. El criterio es potenciar una cultura organizativa orientada a favorecer la participación y el diálogo entre los miembros de la comunidad educativa. Para ello es requisito un gobierno prudente, respetuoso y ecológico de los recursos personales, de los espacios y de los materiales. Además, de parte del centro una diligente organización y preparación de todas las actividades que realiza independientemente de sus destinatarios directos.
9.- Trabajar con las normas de convivencia en el centro (proceso de elaboración de las normas, procedimientos para su aplicación y procedimientos a seguir cuando son infringidas). El reglamento, los premios y castigos tienen un sentido educativo y se tienen que explicar a todos los integrantes de una comunidad escolar. Las normas deben seguir a las costumbres del centro; ser coherentes con el proyecto educativo; pocas y claras, fáciles de cumplir; compartidas, no impuestas; expresadas en términos positivos… El reglamento o las normas tienen que evidenciar la riqueza de la convivencia, que la sinergia potencia el aprendizaje, que las cualidades se potencian y las deficiencias se corrigen con objetividad pero con afecto.
10.- Garantizar las condiciones mínimas de seguridad en el centro: seguridad física y respuestas específicas ante situaciones graves. Es conveniente evaluar los efectos que tendría en el clima del centro el tomar cualquier medida espinosa. Ante todo, no dejar desamparado o desamparada a la víctima del acto violento. Luego establecer y evaluar el impacto de las medidas asumidas. Por ejemplo, la presencia de policías, el trato con los periodistas… Al mismo tiempo, es conveniente informar a los docentes en torno a su actuación cuando son testigos directos de una agresión con armas o de una violación. Con los alumnos se tiene que proceder en esa misma dirección. Los alumnos deben saber que el centro los protege, para ello, la señal clara es buscar -en tanto sea posible reparar el daño moral sufrido.

 

viernes, 23 de abril de 2010

NUEVAS FUNCIONES DEL PROFESOR


Tema muy interesante que comparto con ustedes, que nos permite reflexionar sobre nuestro rol como docentes, el uso de las TIC en el proceso enseñanza-aprendizaje de nuestros alumnos.

Las TIC están obligando a que el aprendizaje sea concebido como un proceso continuo, y ello está cambiando el concepto de enseñanza, derivándose varias consecuencias, de las cuales resaltamos las siguientes.

La enseñanza de las materias en los centros educativos se tiene que aproximar al mundo laboral y ello debe obligar a que los contenidos sean más prácticos e interrelacionados, primando, por un lado, el conocimiento y, por otro, la creatividad frente a la información.

De igual modo, el trabajo en grupo, la duda metódica, el conocimiento y manejo de las redes de información, el trabajo cooperativo y los valores relacionados con el civismo y la tolerancia, deben adquirir mayor relevancia, perdiendo espacio la producción mecánica de conceptos (Torre-Marín, 2000).

Respecto a los materiales basados en información impresa, como libros y diccionarios, se deberían ir sustituyendo por CD-R, DVD y pizarras digitales. Esto exige preparar los centros educativos para que se puedan presentar imágenes animadas, con la ayuda adecuada de la instalación de cañones proyectores, para posibilitar el análisis de contenido de diapositivas, vídeos y producir o acceder a videoconferencias, remitiendo así al alumno a situaciones virtuales que mejoren las limitaciones de las actuales disertaciones y esquemas estáticos de las ilustraciones de los libros de texto (Quintana, 2000).

Las condiciones, casi ilimitadas, de acceder a todo tipo de información deberían llevar parejos sistemas de entrenamiento en su selección y contraste; ello permitiría la educación paralela en trabajos de comprensión, análisis y comentario de textos de toda índole, el entrenamiento en el trabajo de equipo, métodos de investigación, ejercitación de coloquios, debates y discurso dialéctico, para reequilibrar la fuerza de las imágenes frente a la argumentación razonada, lógica y coherente de la palabra, volviendo así a reimplantar la indagación dialógica (Girbert, 2006).

El profesor debería cambiar sus roles frente a un alumnado que va a requerir perfiles muy diferentes a los actuales. En este sentido, hemos de considerar al formador como: programador, transmisor, mediador y motivador (Tejada, 1999).

Como “programador”, deberá ser director y coordinador de procesos de aprendizaje con medios interactivos, procurando que cada participante tenga claro cómo organizar su trabajo y los objetivos que debe conseguir en el mismo.

El formador deberá actuar como “transmisor” de información e impulsor de la ejercitación de conocimientos, procedimientos y actitudes.

El papel del profesorado no debería tener por objeto ser un banco del saber, sino, en todo caso, un representante del mismo, que informa sobre su localización y uso más adecuado.

Representaría dar mayor protagonismo al profesorado como conductor del conocimiento, dentro de un nuevo contexto mediático, donde actuaría más como provocador del aprendizaje, en el sentido de potenciar habilidades cognitivas que favorezcan el enseñar a pensar, analizar textos, buscar las redes de la información en los aspectos que le interesen, sintetizarla, interpretarla e integrarla con el conocimiento de múltiples fuentes y culturas y ponerlos en práctica.

El profesor, como “mediador” del auto aprendizaje, deberá posibilitar los medios que sirvan para interaccionar con las TIC, haciendo sentir al alumnado como el artífice y mediador de su propio aprendizaje, con una información que, al tener la posibilidad de obtenerla de fuentes muy dispares, le permita acrisolarla y formarse una opinión crítica y personal de la misma.

Para los alumnos, cada día tiene mayor valor y eficacia pedagógica el “cómo se le enseña” que los contenidos que vienen establecidos en el diseño curricular y, por tanto, todo ello obliga a un replanteamiento innovador en lo tocante a estrategias metodológico didácticas y los nuevos canales que con ellas deberemos usar desde las TIC.

Sabemos, como hemos apuntado anteriormente, que un saber integrado y globalizador requiere de unos centros educativos donde la enseñanza tenga lugar fuera de la escuela, desde el protagonismo y el peso de la influencia de la prensa, revistas, películas, televisión, radio, video-juegos, viajes y los espectáculos teatrales y musicales, aspectos que quedan desdibujados en nuestras leyes educativas.

Profesor como “motivador” y como lazo de conexión entre los objetivos a alcanzar y el participante. Los ordenadores son instrumentos que permiten comunicarnos y por ello debemos ponerlos en manos de profesores y alumnos. No son instrumentos didácticos, son instrumentos de comunicación que podemos utilizar con finalidades instructivas, que ayudan a aprender, utilizan contenidos multimedia y están conectados a otros ordenadores en todo el mundo. Los saberes estables de antaño han dejado paso a la necesidad de aprender permanentemente; el aprender, producir y transmitir conocimiento no es ya asunto exclusivo de una casta de especialistas, sino del conjunto de las personas (Levis, 1998).

Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653) • 4 •Las Tecnologías de la Información y Comunicación en la formación del profesorado

jueves, 15 de abril de 2010

PROCESO DE INTEGRACIÓN DE LAS TIC EN EL CURRICULUM

El proceso de integrar la tecnología en la programación curricular parte del esfuerzo de tomar en cuenta estos criterios básicos:

• El contexto y las necesidades educativas.
• Las posibilidades y disponibilidad de la tecnología en la institución educativa.

Estos criterios se concretan de este modo:

LAS NECESIDADES EDUCATIVAS

¿Qué capacidades voy a concretizar en este contexto específico?

En función de las necesidades de sus estudiantes. El docente seleccionará las capacidades y desarrollará materiales o buscará información adicional.

¿Cuáles de las capacidades seleccionadas se verían potenciadas por el aprovechamiento de las tecnologías (en alguna de sus 3 áreas de aplicación preferente: investigación, trabajo en equipo y producción de material educativo)?

El docente identifica actividades de investigación, de trabajo en equipo y de producción de materiales educativos que requiere para desarrollar la sesión o actividad de aprendizaje. Describe los requerimientos técnicos-pedagógicos de cada actividad y plantea los distintos medios que utilizará para desarrollarla.

¿Qué ventajas comparativas tiene usar las TIC en el aprendizaje de esta capacidad frente a otros medios, materiales o entornos?

Selecciona el medio pertinente por su ventaja comparativa. Esto depende del tiempo requerido para su empleo, de su potencial pedagógico, de su aplicabilidad en el contexto, de su disponibilidad y de la facilidad de manejo.

¿Qué tan capaces son los estudiantes de aplicar dichas tecnologías para desarrollar la actividad?

Los estudiantes deben estar en la capacidad de utilizar la tecnología seleccionada en el momento programado. En caso de no ser posible, se considerará en la planificación el tiempo que se requiera para un reforzamiento previo en esos aspectos.

LAS POSIBILIDADES O DISPONIBILIDAD DE LA TECNOLOGÍA

¿De qué tecnologías dispongo?

El docente debe disponer de la información organizada del catálogo de recursos de la IE y de las tecnologías disponibles en el AIPH.

¿Hay alguna tecnología deseable para beneficio de los estudiantes y que puedo obtener fácil y éticamente?

Búsqueda de tecnologías disponibles en el entorno educativo que puede aplicarse en el aula, que estén dentro de las normas éticas y legales de uso.

¿La tecnología que deseo utilizar puede usarse en trabajos grupales, con la infraestructura disponible?

Se requiere plantear las estrategias de empleo de la tecnología para la cantidad de estudiantes usuarios en relación con los recursos disponibles. Por ejemplo: al utilizar un software que requiere el uso unipersonal, se está restringiendo la participación del grupo, a menos que se plantee el uso por turnos o roles en función de los equipos de estudiantes.

La integración de las TIC se propone considerarlas tanto desde las capacidades fundamentales (pensamiento creativo, pensamiento crítico, solución de problemas y toma de decisiones) como desde los lineamientos de la política regional para tomarlas en cuenta en el Proyecto Educativo Institucional (PEI) y en el Proyecto Curricular de la Institución Educativa, con el fin de realizar la integración a través de la programación anual y programación de corto plazo (Unidades de Aprendizaje) o de aula (sesión de clase).

Las TIC se integran de manera pertinente cuando se emplean para:

– Planificar estrategias de enseñanza y aprendizaje.
– Desarrollar capacidades vinculadas con las áreas curriculares.
– Apoyar sesiones o actividades de aprendizaje previamente programadas.

Esta integración curricular se logra cuando:

1. Las capacidades a desarrollar guían la selección de la herramienta (software o hardware).
2. El estudiante valora más el logro de aprendizaje que el uso de la tecnología en sí mismo (por ejemplo: es un error creer que el manejo de un procesador de textos automáticamente desarrolla capacidades de redacción).
3. El docente investiga y obtiene información en forma actualizada, la analiza, sistematiza y presenta para integrarla en las sesiones o actividades de aprendizaje de manera pertinente.

martes, 13 de abril de 2010

TECNOLOGIA Y EDUCACION

Un tema interesante para reflexionar sobre nuestros rol como docentes.

La escuela, como garante de la transmisión cultural, no debería haber permanecido impasible ante los cambios producidos en las TIC. Sin embargo, la revolución informática ha sido tremendamente rápida y el esquema principal de funcionamiento de la escuela continúa anclado en sus orígenes, en el siglo XIX y la tecnología de la palabra impresa (Pérez, 2000)[1]; Área, 2001)[2]

Esta disonancia entre los modos de la sociedad y de la escuela genera sus problemas. Simone (Simone, 2001) explica el cambio que se ha producido en los modos de expresarse de los jóvenes utilizando como argumento que la tecnología de la escritura (información escrita) ya no es para ellos la tecnología principal mediante la que reciben la información que manejan en nuestros días. Los ordenadores, los medios de masas y, especialmente, la televisión se han convertido en los medios principales por los que los jóvenes obtienen la información que utilizan para interpretar su mundo. Estos nuevos medios son las herramientas que alteran sus interfaces cognitivas y que, por lo tanto, alteran sus entornos de interacción y relación. Por el contrario, la escuela continúa basando todo su modelo de enseñanza en paradigma del libro escrito, lo que explica el choque cultural y, en muchos casos, la preocupante divergencia que se produce entre los objetivos y modelos de los jóvenes y los de la escuela.

Concretamente Simone considera que la “[...] cultura de los jóvenes, por el contrario, me parece completamente disonante respecto a este modelo. Esta es la razón por la que la práctica escolar a menudo es para los jóvenes una especie de verdadera ficción, de penitencia más o menos prolongada, terminada la cual finalmente se puede volver a la auténtica y verdadera realidad [...]” (Simone, 2001:156). Simone señala que las relaciones entre la cultura de los jóvenes y de la escuela están en profundo conflicto y que “[...] quizá nunca ha existido una época en la cual la relación haya estado tan disociada y desviada” (Simone, 2001:156).

La sociedad se ha visto alterada por la irrupción de las TIC en todos los sectores de actividad. Se han producido cambios a muchos niveles: económico, comunicativo, académico, político,... La escuela debe adaptarse para ser útil en ese nuevo entorno, tal como admite la Comisión Europea en su informe Futuros Objetivos Concretos de los Sistemas Educativos [COM (2002)
[3]

Sin ánimo de ser exhaustivo, algunos de los cambios sociales que deberán tener mayor repercusión en la reconversión de la escuela son:

• Se ha multiplicado nuestra capacidad de almacenar información y acceder a ella. Cada vez resulta menos importante memorizar la información y mucho más importante adquirir otras habilidades relacionadas con el tratamiento de la misma: búsqueda, la clasificación, la selección, la organización, la comprensión, la contextualización, el contraste, la relación, la síntesis, la crítica...(Hernández, González, 2004:7) Nuestra escuela, heredera de la tradición decimonónica, todavía está muy apegada a esquemas de aprendizaje basados en la memorización que eran mucho más útiles cuando el acceso al conocimiento era difícil y costoso.

• Nuestra sociedad produce información a velocidades y en cantidades nunca vistas anteriormente en la historia. Resulta imposible conocer todo lo que se ha escrito sobre una materia concreta. Esto, unido al punto anterior, pone en tela de juicio los roles tradicionales de profesor “almacén de conocimiento” y de alumno “receptor de conocimiento,” así como la hegemonía del docente en el proceso de aprendizaje. El profesor puede ser cuestionado porque los alumnos tienen acceso a fuentes de información que superan la memoria del docente. La obsolescencia de los roles tradicionales profesor-alumno también pone en tela de juicio el proceso de aprendizaje entendido como “transmisión del conocimiento” y hace evidente la necesidad de buscar marcos teóricos de corte constructivista siguiendo las líneas de Piaget (Piaget, 1967, 1968, 1969ab, 1973, 1975ab, 1978, 1981, 1987, 1989), Bruner (Bruner, 1991, 1996)
[4] o Vigotsky (Vigotsky, 1968, 1972, 1973, 1979, 1983) para explicar los fenómenos de enseñanza aprendizaje. Todo ello apunta la inoperatividad de los sistemas de evaluación actuales, que están basados en la memorización.

• El espacio de nuestro nuevo mundo se ha visto alterado. Podemos viajar físicamente a velocidades mucho mayores que hace un siglo pero, más importante todavía, podemos tener telepresencia instantánea en cualquier parte del globo que disponga de acceso a la Internet. La aparición de una red global que nos interconecta a todos ha puesto de manifiesto el valor de la colaboración y del trabajo en equipo. Los alumnos en la escuela de hoy estarán integrados en grupos de trabajo en las empresas de mañana. La colaboración y la capacidad de trabajo en grupo son competencias que la escuela debe comenzar a primar por encima de la obediencia y la disciplina, por ejemplo. Esto quizá implique alejarse del modelo de las clases magistrales unidireccionales en busca de actividades más colaborativas.

• El tiempo de nuestro mundo se ha visto igualmente alterado. Los cambios se suceden con rapidez en todos los órdenes profesionales y, cada vez más, es necesario que la escuela prepare a los ciudadanos del futuro con una serie de habilidades abiertas y flexibles que les capaciten para el aprendizaje a lo largo de la vida. La capacidad para manejar las nuevas TIC sin duda jugará un papel fundamental en el acceso de los ciudadanos al aprendizaje a lo largo de la vida. Por otro lado, los continuos cambios generan una demanda de formación permanente en la sociedad, lo que hace que se deba plantear el papel que deberían cumplir los centros educativos que en principio se diseñaron para formación inicial para cubrir esa necesidad.

• Los lenguajes de nuestro tiempo han cambiado. Como señalaba Simone, los alumnos de nuestro tiempo se comunican y reciben comunicación con lenguajes muy diferentes de los que utiliza la escuela.
Los grandes anunciantes de televisión, por ejemplo, invierten sumas desorbitadas de dinero en la producción de sus spots y cantidades aún mayores en su difusión (la inversión publicitaria, según Infoadex, en España en 2005 fue de 13.706,9 millones de euros). La escuela debe hacer un esfuerzo por salir de los lenguajes convencionales (la palabra y la escritura) y acercarse a los nuevos lenguajes de la sociedad.

Las nuevas TIC han alterado nuestro mundo, y la escuela no debe permanecer impasible ante ello. No obstante, la mera introducción de las tecnologías (físicas) no generará cambios en los modos de actuar ni en los procesos de funcionamiento de la institución escolar. Como ya hemos expresado, la tecnología no determina la sociedad (Castells, 2005[1997):35, pero sí es cierto que determinados órdenes sociales pueden favorecer o entorpecer el desarrollo tecnológico en una sociedad. Del mismo modo, las acciones de las instancias de la administración educativa condicionan el desarrollo tecnológico de la escuela, favoreciéndolo o entorpeciéndolo.

[1] PÉREZ TORNERO, J. M. (comp): “Comunicación y educación en la sociedad de la información. Nuevos lenguajes

[2] Área, M. (Coord.) (2001). Educar en la sociedad de la información. Desclée, Bilbao.

[3] COMISIÓN EUROPEA: “Plan de acción Europa 2002.” Documento online, 2000. http://www.eu.int/information_society/eeurope/2002/action_plan/pdf/actionplan_es.pdf [Consultado 1/1/2006]

[4] BRUNER, J.: “The culture of education.” Hardward University Press. 1996.

domingo, 11 de abril de 2010

CUANDO FALLA LA MEMORIA

Un tema muy interesante que nos ayudaran a comprender los problemas de la memoria.


¿A qué se deben esos olvidos frecuentes de nombres o lugares? Los especialistas recomiendan consultar y practicar gimnasia con la memoria.

Paola Aguilar.
paguilar@clarin.com

La memoria no discrimina. No tiene en cuenta edad, sexo ni religión para abandonar a su dueño. Aunque la ecuación: más edad, menos memoria sigue vigente, a partir de los 30 años ya se pueden tener algunos problemas, que difícilmente revistan gravedad, pero que sí pueden dificultar la vida cotidiana. "Hay dos grupos que consultan, y las consultas más frecuentes son las no patológicas, es decir, las que no están relacionadas con ninguna enfermedad", dice el doctor Angel Golimstock, director de la Clínica de Trastornos de la Memoria y Conducta del Hospital Italiano. "El primer grupo es de gente de entre 30 y 65 años que se queja de dificultades para recordar hechos o situaciones esporádicas, y eso les provoca ansiedad", agrega. Olvidarse nombres también es un síntoma, aunque menos frecuente. El segundo grupo de consultantes está compuesto por personas de más de 65 años, que se olvidan de los nombres, de los lugares donde guardan las cosas y de hechos y situaciones.


Las causas de estos trastornos de la memoria son diversas, y las "fallas" pueden darse en el momento de registrar la información. Según explica el doctor Ignacio Brusco, del Centro de Funciones Cognitivas y Enfermedad de Alzheimer del Hospital de Clínicas, el mecanismo de captura de información puede estar afectado por el estrés, trastornos de ansiedad, depresión y, en algunos casos, por estrés postraumático. "Lo fundamental es averiguar a qué se debe el trastorno de memoria, porque hay que solucionar los problemas. Lo que nunca hay que hacer es estimular la memoria con fármacos, sino ejercitarla. Estudiar, hacer actividades intelectuales, leer, ver televisión, jugar juegos de ingenio", recomienda Brusco. Y avisa: hay personas que tienen más memoria que otras, por eso no valen las comparaciones para comenzar a preocuparse. En las mujeres, una de las causas frecuente de la pérdida de memoria es el hipertiroidismo, agrega el doctor Golimstock. Un especialista en gimnasia para la memoria es el doctor Horacio Krell, director de Ilvem, institución a la que se acercan muchos jóvenes en busca de un chaleco salvavidas cuando sus carreras peligran por dificultades para recordar lo que estudian. "Muchas veces se culpa injustamente a la memoria, cuando el culpable es quien actúa en piloto automático. Ante la carencia de métodos se aplica la fuerza bruta, pero como se recuerda sólo el 5% de lo que se escucha, el 15% de lo que se ve y el 90% de lo que se hace, hay que convertir la percepción en acto", recomienda. Y agrega que la clave es saber guardar, archivar la información para que sea más fácil recuperla cuando se la necesite.


Prestar atención


Las personas que tienen dificultades para concentrarse y son hiperactivas suelen tener problemas de memoria. Hacen muchas cosas a la vez, se cargan de actividades y así se generan mucho estrés y se olvidan de las cosas, comenta Golimstock. "También hay quienes no tienen buena percepción, no prestan atención en el momento en que realizan una actividad, como guardar algo, y después les resulta imposible recordarlo", dice el neurólogo.


"Como olvidamos porque necesitamos olvidar, interesarse es la clave, el interés es el motivo de la acción", explica Krell. "Por eso, cuando una persona pasa un momento de preocupación, de ansiedad, la memoria inmediata falla, pero es un proceso reversible", señala el doctor Brusco.


Comer bien es una de los consejos que dan los especialistas. El ayuno durante el día es muy contraproducente. "Las dietas pueden ser malas para tener buena memoria", sentencia el doctor Golimstock. Los hidratos de carbono dan energía al cerebro, explica el neurólogo, y si no se ingieren durante el día, se generan problemas. Almorzar una manzana o un yoghurt no es suficiente. "Si no se quiere engordar,

Tests y técnicas


La "gimnasia mental" es una buena forma de cuidar y mantener la memoria. El doctor Horacio Krell, director de Ilvem, aportó estos ejercicios:

1) Mantener la concentración. Lea el texto una vez y cuente las letras F mientras lee:
FINISHED FIILES ARE THE RESULT OF YEARS OF SCIENTIFIC STUDY COMBINED WITH THE EXPERIENCE OF YEARS

2) Usar la memoria con inteligencia: ¿Cuántos números 9 hay entre el 1 y el 99?

3) Técnica para recordar: Utilice solamente círculos y rectas para dibujar las siguientes palabras: OBEDECER – DESESPERACIÓN – TRIUNFO - VEJEZ.

Consejos


Hay que filtrar las ideas irrelevantes. La información innecesaria "contamina".


Agregar contexto al aprendizaje. Cuando se ve a una persona por primera vez, observar algún rasgo físico o de personalidad para recordarla después.


Una buena dieta, con una ingesta de glucosa apropiada es básica para brindarle energía al cerebro. Se encuentra en los dulces, papas, cereales y frutas. También son indispensables los hidratos de carbono.


El ejercicio físico tiene dos aspectos positivos. Contrarresta la ingesta calórica y favorece la concentración. Las personas hiperactivas que hacen ejercicio descargan estrés y energía y mejoran su capacidad de concentrarse.


Hay que limpiar el "disco rígido". Intentar borrar la información que ya no sirve.


No alarmarse si la falta de memoria es esporádica. A veces es por preocupaciones pasajeras, exceso de actividad, cansancio. Esperar a que la situación cambie.

Direcciones


Hospital Italiano. Clínica de Trastornos de la Memoria y Conducta: Gascón 450, Ciudad de Buenos Aires.
Tel: 4959-0200
Hospital de Clínicas José de San Martín. Centro de Funciones Cognitivas y Enfermedad de Alzheimer: Av. Córdoba 2351, Centro de Informes: 5950-8558/ 8617
Instituto ILVEM
Mansilla 3037
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sábado, 10 de abril de 2010

EL USO DE LAS TIC EN AULA UN DESAFIO PARA EL PROFESOR

El tipo de profesor que se necesita en la actualidad, además de tener las competencias propias de excelencia y calidad profesional tradicional, es aquel que use como apoyo en la docencia las tecnologías de información y comunicación. Debe ser un profesor de liberador, tanto en su actividad individual como colectiva, tomando decisiones adecuadas a la realidad en que trabaja, incorporando la investigación en la acción como metodología, transformándose en un investigador de su propia realidad.

En este sentido, "en el desarrollo de la profesionalidad docente cabe reforzar el ejercicio deliberativo, en vez de cifrar la atención en los listados de objetivos, en amplios repertorios de competencias deseables, en la precisión de los mismos y en los enunciados que los definen. Hay que partir de la realidad de que la acción del profesor es insustituible, por lo que todo lo que se puede hacer es proporcionar recursos para facilitarle su desarrollo con el máximo de sentido y de relevancia para sus alumnos." Rué, 3. (2001).

Es importante señalar, que debe existir para los profesores un soporte, tanto técnico como pedagógico, con el objeto de incentivar y potenciar el uso e integración curricular de las TIC, apoyo que puede surgir de la formación en la etapa inicial, con orientaciones didácticas claras, ya que la clave de la calidad de la enseñanza y de los aprendizajes no está sólo en la técnica, sino que además, en la didáctica.

El nuevo rol del profesor asociado con las nuevas tecnologías debe ser "un papel de facilitador que se traduce en el esfuerzo permanente por mantenerle activo a los estudiantes en su búsqueda de significado, favorecer las conexiones significativas entre el conocimiento previo, el nuevo conocimiento y los procesos implicados en el aprendizaje, presentando tareas que los estudiantes puedan desempeñar solos o con asistencia gradualmente controlada, siempre dentro de la zona de desarrollo próximo de cada estudiante." Beltrán, J. y Pérez, L. (2003).

Si los profesores tomaran conciencia de esta oportunidad comentada, lo más probable, es que accedan a la posibilidad de usar los recursos tecnológicos disponibles, recordando en cada momento que como corolario, los beneficiados serán los estudiantes, quienes aprenderán a buscar y acceder a más y mejor información, estando preparados para enfrentar este mundo del conocimiento globalizado.